

Muy buenas noches a todos ustedes, expresidentes, directores, asambleístas, cívicos de provincias, activistas y amigos.
Pudiera pasarme mucho tiempo saludando de manera personal y reconociendo el aporte de cada uno de ustedes al Comité pro Santa Cruz y a esta lucha democrática, pero me voy a permitir omitir los saludos protocolares porque esta es una Asamblea de decisiones, no de discursos…
Es una Asamblea que para mí tiene una connotación muy especial pues por esas extrañas coincidencias, las primeras Asambleas de la Cruceñidad a las que asistí fueron en los brazos de mi padre, mientras él, los hombres que están aquí adelante (fila de expresidentes) y muchos otros valientes cruceños y bolivianos, recuperaban la democracia, vencían la batalla contra la dictadura militar y luchaban por nuestro futuro.
Hoy, 37 años después, tengo el honor de estar al frente de todos ustedes presidiendo esta Asamblea y acompañado por mi hijo menor José Luis y mi padre… estas son luchas que trascienden generaciones.
Avanzamos mucho, muchísimo desde aquellas épocas, pero la lucha vuelve a ser la misma y tenemos la obligación, todos nosotros, HOY, AQUÍ, que el resultado TAMBIEN SEA EL MISMO.
QUE LA DEMOCRACIA SE IMPONGA A LA DICTADURA.
Les dije, que esta es una Asamblea de decisiones, no de discursos por lo que voy a intentar ser lo más breve posible y les pido muy respetuosamente a cada uno de ustedes que cuando hagan uso de la palabra, hagan lo mismo.
Por eso, antes de entrar en mi propuesta, me voy a permitir introducir tres elementos que considero esenciales. Para encarar esta recta final de nuestra lucha por el 21F y que son consecuencias del trabajo realizado en conjunto con jóvenes y mujeres comprometidos con la democracia y su país, esa nueva generación que día tras día está rompiendo esquemas y asumiendo liderazgos.
Por eso, sin más preámbulos, se las comparto.
La primera:
Bolivia… no solo Santa Cruz,
Bolivia espera mucho de nosotros, de lo que hoy, aquí en este histórico salón, determinemos.
Juntos devolvamos las esperanzas a toda una nación!!!
Quienes pudieron asistir a la marcha convocada desde El Alto al T.S.E. en donde activistas, cívicos y políticos de todo el país se dieron cita; pudieron ver, escuchar y lo más importante pudieron sentir lo que les estoy diciendo.
Es nuestra obligación hacer todo lo que esté a nuestro alcance para devolverle al pueblo boliviano, lo más importante, lo más sagrado de vivir en sociedad: su soberanía.
“La soberanía reside en el pueblo”, cita nuestra Constitución, y qué es la soberanía? Es el poder, el poder del pueblo en decidir nuestros destinos por encima de todo, sin revisión, sin excusas, sin interpretaciones que beneficien los intereses de nuestros gobernantes.
Eso nos están arrebatando al no respetar el 21F, y NO LO VAMOS A PERMITIR.
Ante tan grande responsabilidad, hay quienes pueden verlo como una carga.
Yo les pido que lo veamos de otra forma, como una oportunidad, una oportunidad que, con fe en nuestro Creador y la fortaleza de nuestro pueblo, nos permitirá consolidar los valores democráticos de nuestra sociedad, de nuestra nación y de esta forma, construir un mejor país y un mejor futuro para nuestros hijos.
La segunda es sobre la unidad:
La unidad del pueblo boliviano que no se ha vivido en años, unidad entorno a principios y valores que sustentan este país.
Porque la unidad es el único camino para derrotar a quienes intentan implementar una dictadura en Bolivia.
La unidad es sincerarnos, dejar de lado las diferencias del pasado y, ante una amenaza real a nuestra forma de vida en sociedad, luchar juntos por hacer respetar nuestro voto, para ganar esta importante batalla contra nuestras autoridades corruptas, vendidas y RECUPERAR BOLIVIA, devolver el poder al pueblo.
La tercera es sobre la política sistemática de intimidación para acallar el 21F y nuestro derecho a la resistencia.
Sobre este punto, los representantes de todas las naciones del mundo luego de los sucesos más atroces que vivió la humanidad, reconocieron el derecho a la resistencia.
El preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, reconoce el derecho a la resistencia haciendo uso de la rebelión contra la tiranía y la opresión.
Nuestra propia Constitución establece que es nuestro deber, obligación de todos los bolivianos, cumplir y HACER CUMPLIR la Constitución y las leyes.
Mi posición es simple, ya lo he dicho anteriormente y lo voy a repetir las veces que sea necesario:
“Unidos no habrá cárceles, militares, policías, jueces ni fiscales que nos puedan vencer”.
Y si el precio que debemos pagar por continuar viviendo en democracia, es la persecución, el amedrentamiento, la detención arbitraria e ilegal, es un precio que yo estoy dispuesto a pagar por Bolivia y sé que muchos de ustedes también.
Con estas tres consideraciones previas, me permito hacer la siguiente propuesta de acciones para conseguir la renuncia de los vocales del TSE, el respeto a los resultados del 21F y la inhabilitación del binomio Morales Ayma – García Linera.
Propongo:
Aprobar en esta Asamblea, la realización de un paro cívico departamental desde las 00 horas del día martes 9 de julio del presente.
Llevar como propuesta de Santa Cruz, un Paro Cívico Nacional de 24 horas a realizarse de manera escalonada cada semana, iniciando en el departamento de Santa Cruz y culminando con una masiva concentración simultánea en todo el país.
Muchas gracias.