DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL COMITÉ PRO SANTA CRUZ, FERNANDO LARACH SANTISTEVAN
ACTO DE POSESIÓN
Saludos…
Agradezco a Dios, a mi familia, a mi pueblo y a toda la institucionalidad cruceña por permitirme el alto honor de presidir una institución tan representativa como el Comité pro Santa Cruz, que por sus conquistas y logros llena de orgullo a cualquier cruceño de vocación cívica y conlleva, además, una enorme responsabilidad.
También implica sacrificio, compromiso y entrega total. Es lo que sin duda alguna ha mostrado, en alto grado, el directorio saliente a la cabeza Rómulo, para quien testimonio, en nombre de ustedes, todo nuestro reconocimiento y gratitud.
Nuestro desafío será seguir preservando y proyectando la reconocida credibilidad institucional de nuestra organización cívica. Esta credibilidad, traducida en su gran poder de convocatoria y su alta capacidad persuasiva y movilizadora, permite que el Comité pro Santa Cruz genere un equilibrio entre los poderes formales, un justo balance, entre la sociedad y sus autoridades.
Nadie puede negar que nuestro Comité es la institución de la sociedad civil más influyente del país, y que la influencia que genera es tan virtuosa como saludable. Desde aquí han salido las ideas y propuestas de mayor relevancia para generar desarrollo y bienestar, no solo para Santa Cruz, sino para todo Bolivia.
Que los departamentos productores de hidrocarburos reciban regalías por la riqueza que hay bajo su suelo; que en cada ciudad del país elijamos alcaldes y que los municipios tengan sus propios concejos municipales; que los prefectos se hayan convertido en gobernadores y su nombramiento venga del voto popular, que en cada departamento haya un gobierno autónomo… esas son grandes e incuestionables contribuciones que este Comité ha generado para el país.
Santa Cruz es la cuna de enormes transformaciones para el bien de todos. En los últimos años nos ha tocado defender nuestro patrimonio más preciado: la libertad.
Y es que nuestro espíritu es libre, porque tenemos la conciencia que nacimos libres y porque valoramos cómo a nuestros próceres les ha costado luchar por ella.
La visión que tuvo nuestro fundador Ñuflo de Chávez y el específico ideal de nuestro verdadero libertador, Ignacio Warnes, han instituido la libertad en la estructura genética de la cruceñidad.
Ahí está el germen de un modelo de desarrollo basado en libertad… el libre emprendimiento, la autogestión, la iniciativa productiva; modelo de libertad que ha convertido a Santa Cruz en la locomotora económica del país, producto del trabajo de todos los bolivianos que hacemos patria desde el oriente, y del que nos sentimos inmensamente orgullosos.
Es la libertad el núcleo de nuestras conquistas y el epicentro de nuestras aspiraciones. «Siempre libres cruceños seamos» …, lo decimos con la mano en el corazón cuando cantamos nuestro himno, porque asumimos que siempre profesamos, ejercemos y ejerceremos esa libertad.
Para nosotros, la libertad es un mandato vitalicio. Por eso es que los cruceños somos especialmente rebeldes e irreverentes cuando se trata de defender nuestra libertad.
Entendemos la libertad como una capacidad para generar oportunidades. Oportunidades que rápidamente se vuelven fortalezas. Algo tiene Santa Cruz que de todos lados quieren venirse, y por supuesto que son bien recibidos.
Santa Cruz es la tierra donde los sueños de compatriotas se concretan en realizaciones.
Entonces, ¿qué hace el centralismo saboteando este modelo y queriendo conculcar nuestras libertades? Están frustrando las esperanzas vigentes y potenciales de miles de bolivianos.
Y el encanto cruceño no solo es la economía, es también la identidad porque nuestro espíritu es contagioso; el que se deja contagiar de cruceñidad, aquí echa raíces, aquí crece, aquí prospera y termina peleando por las reivindicaciones que surgen desde Santa Cruz y que las hace propias.
Parece contradictorio que se quiera atropellar lo que genera prosperidad y esperanza. No solo son diferencias culturales lo que nos distancian de la malquerencia centralista.
Si ellos no nos entienden, debemos extremar esfuerzos y recursos para que nos comprendan y nos dejen ser. Así también, para promover que este modelo exitoso se replique.
Desde este Comité, en el comienzo de esta nueva gestión, nos planteamos el reto de enamorar a toda Bolivia.
Una epidemia de cruceñidad que invada cada rincón del país podrá contribuir a un saludable entendimiento que permita que todos crezcan; para que el esfuerzo sea equitativo, para que el rendimiento sea ecuánime, para incentivar que surjan polos de desarrollo en otros pueblos y departamentos; para que los recursos y la productividad no se concentre solo en una región, para que se abran nuevos mercados internos, para que el empleo no solo surja en el Oriente; para que se distribuyan mejor los fondos públicos y para que el centralismo deje de ver a Santa Cruz como su eterno enemigo.
Debemos enamorar a Bolivia, para que las diferencias se transformen en amor, para que el resentimiento se diluya en la empatía. Es cuestión de hacernos entender, de mostrar cómo somos, transparentes, francos, abiertos….
Nos planteamos como reto revalorar nuestra esencia y promover en todo el país que el desarrollo no se consigue con prebendas del Estado, se construye con iniciativas productivas y emprendedoras en un marco de libertad y seguridad jurídica.
Parte de esa seguridad que reclamamos consiste también en poner freno a las constantes invasiones y asentamientos arbitrarios en nuestras tierras, por lo que reivindicamos ahora nuestro compromiso para defender nuestro territorio.
Sobre la base de encontrar equilibrios, nos planteamos para esta gestión trabajar sobre cuatro pilares fundamentales:
- Promover la unidad y mantener la cohesión,
- Defender la democracia, y la libertad
- Trabajar por una justicia imparcial, ecuánime
- Promover la seguridad jurídica y el estado de derecho.
Tomando en cuenta que tener un sistema judicial imparcial —y libre de toda injerencia política— es uno de nuestros pilares fundamentales, en la gestión que emprendemos hoy, seguiremos promoviendo la adhesión ciudadana en la recolección de firmas para que, mediante un referendo, se exija una reforma parcial de la Constitución que permita que jueces y fiscales sean ciudadanos idóneos, honestos y probos.
Entre tanto avance esta iniciativa, también promoveremos el proceso que ya está en curso, destinado a que se autorice, mediante una ley nacional, que las Asambleas Legislativas Departamentales elaboren y aprueben ternas autonómicas para pre seleccionar a candidatos al Poder Judicial desde cada región.
Particularmente creo firmemente en la capacidad de autogestión que tenemos en las regiones y en la necesidad de una profunda descentralización administrativa para que cada departamento de Bolivia responda y actúe en función de sus propias necesidades, potenciando sus fortalezas y asumiendo sus realidades, generando equidad y desarrollo para sus habitantes.
Nos proponemos realizar esfuerzos y acciones para que antes de 2025 tengamos un nuevo padrón electoral, ajeno a toda manipulación. Nuestra premisa es y será, que la voluntad del pueblo expresada en las urnas se respete, se preserve y se cumpla, libre de la injerencia autoritaria del gobierno de turno.
Así también, nos planteamos articular esfuerzos conjuntos, a nivel nacional y con distintos niveles de gobierno para viabilizar un gran pacto fiscal que permita, de manera sostenible, que los recursos económicos lleguen en cantidades racionalmente suficientes para que los municipios más pequeños puedan autogestionar su desarrollo.
Nuestra intermediación representativa no solo se limita al poder central. También estará orientada en canalizar gestiones y acciones para que los gobiernos municipales y el departamental respondan a las expectativas que han generado y atiendan las necesidades del pueblo que los eligió y de donde proviene su mandato y legitimidad.
La tarea es ardua, sin duda, y el panorama es complejo. Requiere ante todo unidad y cohesión de la sociedad civil de Santa Cruz y planificación de la institucionalidad. La unidad será nuestra principal fortaleza y la planificación participativa será nuestra fundamental herramienta para encarar los desafíos propuestos.
Soy un convencido que el diálogo y la concertación con cualquier funcionario público que tenga poder de decisión, es la mejor forma de representar los intereses de la sociedad, sin apelar inicialmente a la confrontación.
Sentarse en una mesa con los actores políticos no nos hace traidores. Es nuestra responsabilidad priorizar soluciones antes que las presiones.
No hay tiempo para lamentarse y echar culpas, es tiempo de hacer. No hay tiempo para pensar en demandas mezquinas, es tiempo de levantar la mirada y construir la Santa Cruz que soñaron nuestros antepasados y la que necesitan las nuevas generaciones que están dispuestas a empuñar banderas de tolerancia y libertad.
Pero no se confundan, como presidente del Comité pro Santa Cruz, representando los intereses que me han sido encomendados por los diferentes sectores de la cruceñidad y las provincias, defenderé con vehemencia y firmeza cualquier medida o amenaza que conspire, atente y violente nuestra libertad, nuestra seguridad y nuestro patrimonio natural y cultural.
Este nuevo viaje apenas comienza, el camino es incierto, pero si todos estamos unidos, llegaremos fortalecidos. Vamos juntos, construyamos entre todos nuestro destino, los invoco a todos a trabajar incansablemente por la unidad; la institucionalidad de nuestro comité está por encima de cualquier diferencia. ¡Ayúdenme a enamorar de cruceñidad a toda Bolivia!
Muchas gracias.
Santa Cruz de la Sierra, 25 de febrero de 2023