DISCURSO
MARCHA EN REPUDIO AL NARCOTRÁFICO Y POR UNA VERDADERA JUSTICIA
Querido pueblo Cruceño y boliviano, nuevamente nos encontramos en esta emblemática Plaza 24 de Septiembre, para expresar nuestras preocupaciones por lo que estamos viviendo.
Esta vez nos congrega el avance incontrolado del narcotráfico, así como el deterioro y politización de la justicia.
Estos dos flagelos, han deteriorado de manera significativa la vida nacional, al punto de obligarnos a convocar al pueblo a las calles, para expresar el repudio ciudadano, ante la falta de una acción efectiva de las autoridades llamadas por ley.
La democracia directa está presente hoy aquí, porque la soberanía reside en el pueblo, nosotros somos los verdaderos dueños de BOLIVIA, las autoridades electas son transitorias. A estas autoridades venimos a exigirles, que cumplan con sus obligaciones constitucionales, de preservar la seguridad, la defensa del Estado y la vida.
No queremos sicarios del narcotráfico ni de la justicia, sembrando la muerte en Bolivia, y la impunidad; tampoco queremos ver a niños y jóvenes drogándose por nuestras calles. No podemos ser exportadores de la muerte blanca, Santa Cruz no lo acepta.
No queremos ver a madres que lloran y familias arruinadas, destruyendo de esta manera a nuestra sociedad. Exigimos vivir en un país con paz, progreso y bienestar.
Exigimos tener una justicia independiente, cumpliendo con nuestra Constitución y la Carta Democrática Interamericana… el Estado de derecho es innegociable.
Es imperativo que Bolivia tenga una justicia decente, que no sea un simple instrumento de persecución de los que pensamos diferente, una espada al servicio del gobierno, y un escudo que proteja la desbocada corrupción pública.
Nosotros estamos aquí hoy, porque queremos vivir en un país digno, sin narcotráfico, con una justicia al servicio de la verdad y nuestras familias protegidas por el Estado.
Esta no es la primera marcha que el Comité pro Santa Cruz convoca contra el narcotráfico, en su ya larga vida de 72 años al servicio de Santa Cruz y de Bolivia.
Hace 36 años, cuando sicarios del narcotráfico asesinaron al profesor Noel Kempff, al Capitán Juan Cochamanidis y al guía Franklin Parada, en una expedición científica en Huanchaca, realizamos una multitudinaria marcha de protesta similar a ésta.
En aquel entonces, el presidente del Comité dijo:
“Hoy deben saber, que los cruceños pedimos acción y logros concretos, ante este hecho que solo muestra una sola parte del panorama desolador, donde las medidas no han sido aún proporcionales a la magnitud del problema. Cuestionamos severamente la desidia de las autoridades y exigimos al gobierno satisfacer nuestro clamor de justicia, ya que esto es una contingencia dolorosa que empaña y entristece a una nación”.
Don Noel Kempff fue una víctima de esa lacra, “que muchos todavía aplauden y otros tantos encubren”.
“¡Nuestra misión es difícil, pero jamás imposible! No podemos dejarnos amarrar en complicidad con aquellos que atentan contra nuestra juventud, nuestra región y nuestros hombres”.
“Si aún aspiramos a salvarnos como pueblo, tenemos que hacer lo imposible por mostrar un ansia de parecernos a nosotros mismos”.
Esas fueron las palabras de nuestro presidente del Comité, el Dr. Carlos Dabdoub en esa marcha, y hoy, 36 años después, la historia se repite, causando nuevamente luto y dolor en nuestra sociedad.
Ese crimen caló hondo en nuestra ciudadanía. Esa marcha fue un punto de inflexión, en la relación de la sociedad y el Estado, con los narcotraficantes. Estamos convencidos que esta marcha multitudinaria que realizamos hoy, tendrá el mismo efecto que tuvo la de 1986.
Por eso, hoy exigimos al Congreso que conforme una Comisión Parlamentaria multipartidaria, para que investigue los asesinatos del Urubó, “CAIGA QUIEN CAIGA”, como dicen Luis Arce y su jefe.
Dejar esto en manos de una auto-investigación de la justicia sometida, será para que nos digan que los quadratraks son responsables, y que todo quede en la impunidad y vuelvan a matar. Las muertes del sargento mayor Eustaquio Olano, del sargento primero Alfonso Chávez Flores y del voluntario del Gacip, José Candia Orozco, no pueden quedar sin justicia.
ASÍ COMO ESTÁN QUEDANDO SIN JUSTICIA LOS PERIODISTAS, QUE FUERON SECUESTRADOS Y ULTRAJADOS EN LAS LONDRAS. ESE CASO ES OTRA VERGÜENZA PARA LA JUSTICIA SOMETIDA AL MAS, que encubre y deja libres a estos avasalladores terroristas. (Sin embargo los jóvenes de Juventud Cochala están presos y los quieren sentenciar con 20 años de cárcel, por pintar una pared).
Debemos reconocer que el gobierno nacional ha perdido la guerra contra el narcotráfico. Por eso exigimos con toda firmeza al Gobierno, que deje de depender de las políticas dictadas desde los cocaleros del Chapare, verdadera capital del narco Estado.
Exigimos al gobierno nacional reconducir su lucha contra el narcotráfico, ejecutando verdaderos planes, CON LA AYUDA DE ORGANISMOS INTERNACIONALES ESPECIALIZADOS Y DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL.
Exigimos al gobierno nacional, una investigación pronta, efectiva y transparente. La justicia debe encontrar y sancionar a los actores materiales e intelectuales del crimen de nuestros hermanos policías. NO EL VERGONZOSO SHOW QUE ESTAMOS VIVIENDO, DONDE SE DEMUESTRA QUE EL NARCOTRÁFICO MANDA EN EL ESTADO BOLIVIANO.
Así mismo, las familias de los asesinados deben tener los resarcimientos necesarios, para poder continuar sus vidas, sin la presencia de sus seres queridos.
La justicia boliviana necesita ser reformada, ¡sin justicia no hay democracia! En ella descansan las garantías de la libertad y los bienes de un país civilizado.
Su ausencia es retroceder a la ley de la selva.
Desde que el MAS subió al gobierno, quedó clara su intención de secuestrar la justicia, para usarla como un arma de impunidad, que le permita tapar sus pilleríos, así como una guillotina judicial, contra sus adversarios políticos.
Es parte de la fórmula comunista que practica el Socialismo del Siglo XXI, se la ve en países que han tenido la desgracia de caer en sus garras. Han transformado el Poder Judicial en su arma más efectiva, para acallar la disidencia. ES LA RECETA DE LOS TIRANOS!
PERO LA RECETA NUESTRA, ES LA UNIDAD!
UNIDAD COMO ÉSTA!… UNIDAD… UNIDAD… UNIDAD!
La separación e independencia de los poderes públicos en Bolivia NO EXISTE. El Órgano Judicial es la más patética expresión de sumisión y servilismo, usado como un simple perro de presa del poder de turno.
Como resultado de esta forma totalitaria de gobernar, existen en Bolivia 88 presos y perseguidos políticos, incluida la expresidenta constitucional Jeanine Añez, presa por un inexistente golpe. Estamos igual que en la época del Plan Cóndor, estamos como en Cuba, Venezuela o Nicaragua.
Ante el estrepitoso fracaso del irresponsable experimento masista, que eligió jueces por voto directo; vetado por el pueblo en las urnas, surge la necesidad de hacer una reforma inmediata de la justicia.
Mientras tanto, exigimos al Ministerio Público, jueces y magistrados hacer valer la independencia de poderes, que legitima la verdadera democracia. En caso no tengan la dignidad y valentía de hacerlo, lo más conveniente es que den un paso al costado.
Asimismo, como ciudadanos, debemos apoyar con todas nuestras fuerzas a los pocos jueces y magistrados dignos, que se atreven a hacer cumplir la verdadera justicia.
Desde el Comité pro Santa Cruz, escuchando el clamor nacional e internacional, exigimos una pronta reforma del sistema judicial. SI EL GOBIERNO NO LO HACE, SEGURAMENTE TENDRÁ NUEVAMENTE AL PUEBLO EN LAS CALLES.
Queremos dejar bien claro, que los ciudadanos que amamos y exigimos la democracia en Bolivia, somos una importante mayoría, como se vio en el pacífico paro cívico de los 21 días, en protesta por el mega fraude electoral del 2019.
Finalmente, queremos hacer un llamado a la comunidad internacional:
UN PEDIDO DE SOCORRO:
El pueblo boliviano no quiere convertirse en un Narco Estado, Santa Cruz no acepta ser un Narco Estado. Esta Tierra Santa, no combina con gente maligna.
Solos no podemos, peor aun considerando que el gobierno nacional está más del lado del problema que de la solución. Esta bola de fuego comienza con la coca excedentaria y termina con sangre de los bolivianos.
Pedimos ayuda a la OEA, a la Comunidad Europea, a las Naciones Unidas; especialmente al Consejo de Seguridad, acudir a nuestro llamado, para que no reine la miseria, el hambre, el luto, la persecución ni el exilio en nuestro país.
Lamentablemente todos los poderes del estado están sometidos al partido en función de gobierno.
Ayúdenme a gritarle al mundo entero, desde Santa Cruz y a nombre de la Bolivia decente y democrática que:
Ante la injusticia y ante la persecución política…¡BOLIVIA DICE NO! ¡BOLIVIA DICE NO! ¡BOLIVIA DICE NO!
Ante el narcotráfico…¡BOLIVIA DICE NO! ¡BOLIVIA DICE NO! ¡BOLIVIA DICE NO!
Gracias Santa Cruz!
Gracias Bolivia!
Unidos saldremos adelante, con la gracia de Dios.
Arriba cruceños, sigamos haciendo historia!
Rómulo Calvo Bravo
Presidente
Comité pro Santa Cruz