Todos los ciudadanos bolivianos percibimos con mayor o menor intensidad, que en Bolivia no se ha logrado consolidar el camino que le permita combatir exitosamente la exclusión y la marginalidad en la que se encuentran sumidas importantes sectores de la población. Esta afirmación es fácilmente comprobable cuando recurrimos a los ciudadanos para que nos digan el grado de satisfacción que sienten con la calidad de la educación y la salud que les brinda el Estado. Estos dos principales motores de movilidad social, hablan por sí solos de los desafíos que tenemos los bolivianos hacia adelante.